Huevos
escoceses

Los huevos escoceses, a pesar de su nombre, no tienen origen escocés. Esta receta, con su exterior crujiente y su interior suave y delicioso, es un verdadero placer culinario. En realidad, la razón detrás de su nombre sigue siendo un misterio, aunque se especula que el plato fue inventado en Fortnum & Mason, una tienda londinense de Picadilly en 1738. Si de algo no tenemos duda es de que son una opción deliciosa para un brunch o como aperitivo.
Si buscas algo diferente para sorprender a tu paladar, esta receta es la elección perfecta. ¡Descubre cómo prepararlos en casa y disfruta de una combinación única de carne y huevo en cada bocado!

Elaboración

1. Hervir dos huevos en un cazo con agua y sal durante 5 minutos a fuego medio. Parar la cocción con agua fría con hielo y pelar.
2. Mezclar la carne picada en un bol con la mostaza y una pizca de cebolla, ajo, hierbas provenzales, sal y pimienta. Amasar.
3. Aplastar un poco de carne con las manos y envolver el huevo hervido con cuidado. Bolear apretando un poco.
4. Repetir el proceso con el otro huevo.
5. Empanar los huevos: pasar por huevo batido y pan rallado.
6. Freír los huevos empanados a fuego medio hasta que estén bien dorados. Retirar y dejar reposar sobre un papel de cocina unos segundos.
7. Para emplatar, servir los huevos escoceses en un plato acompañándolos con un poco de lechuga y tomate. Corta por la mitad y ¡a disfrutar!